La Región de Murcia conforma con Cataluña, Valencia y Andalucía el denominado Arco Mediterráneo Español, una de las áreas de crecimiento de mayor potencialidad de toda la Unión Europea, y está considerada como la segunda Gran Dorsal Europea. Un eje de desarrollo económico de gran fortaleza, en su triple vertiente de una agricultura tecnológicamente avanzada, una industria diversificada que evoluciona hacia producciones de mayor valor añadido, y los servicios, singularmente en el turismo, el comercio, la logística y los servicios avanzados.
Está ampliamente constatado que el potencial de desarrollo de un territorio está directamente influenciado por cuatro factores básicos: infraestructuras, localización, aglomeración y estructura sectorial, que posibilitan su vertebración territorial dentro de criterios de desarrollo sostenible. La importancia de las infraestructuras como motor del desarrollo económico, ya se recogía en el Tratado de Maastricht de 1992, en el que se introducía el concepto de redes transeuropeas, entre las que se encuentra el corredor mediterráneo y el corredor con el centro y norte peninsular, en su doble vertiente de transporte de mercancías y de pasajeros, por ello la fundamentalidad de contar en todo su recorrido con dos corredores y con doble línea cada uno.
La Fundación Metrópoli llevó a cabo un profundo estudio de la Región, recogido en un informe que denominó programa de Territorios Inteligentes, un mapa del modelo territorial, en el que se definian los principales proyectos que habría que impulsar desde la coparticipación de la iniciativa privada y la publica, el estudio concretaba las siguientes áreas de trabajo: 1. Murcia, Capital regional, 2. Cartagena, Ciudad emergente, 3. La potenciación del eje Cartagena y Murcia, 4. La Manga y el Mar Menor, 5 . El Noroeste, y 6. El Altiplano.
De su situación y de la capacidad de crecimiento de las ciudades y espacios que conforman la Región, de su realidad territorial y de las acciones a implementar para impulsar un desarrollo equilibrado y aprovechar las múltiples oportunidades que ofrecen estos espacios territoriales. Conformaba un mapa que partiendo del área metropolitana de Murcia planteaba como ejes principales de desarrollo: El eje Murcia-Cartagena, el eje Murcia-Guadalentín, el eje Murcia-Noroeste, y el eje Murcia-Cieza-Yecla-Jumilla. (página 129 de LA REGION DE MURCIA una realidad inconclusa)
En el eje Murcia-Cartagena se encuentra el Aeropuerto regional, y toda el área turística de Cartagena y el mar Menor, que cuenta además de una total potencialidad turístico, el polo energético de Escombreras, y el puerto de Cartagena (de graneles y petróleos, de cruceros y el nuevo puerto de el Gorguel para container), grandes industrias de plásticos, química, astilleros, bebidas, entre otras, y en el área metropolitana de Murcia, que integra una importante industria alimentaria y metalmecánica, y las Universidades, Politécnica en Cartagena, Universidad de Murcia y Universidad Católica de San Antonio, y los Parques científico y tecnológico, junto a los institutos y centros tecnológicos, entre otros.
El Eje Murcia-Guadalentín, incluye las poblaciones de Puerto Lumbreras, Águilas, Lorca, Totana, Alhama y Librilla, en el que los sectores agrario, industrial y los servicios, conforman sus principales señas de identidad. El Eje Murcia-Noroeste en el que se encuentra la Ciudad Santa de Caravaca, cuenta con las poblaciones de Bullas, Mula, Calasparra, Cehegin y Moratalla entre otras.
Y el Eje Murcia-Molina-Cieza-Jumilla-Yecla, que cuenta con muy importantes áreas industriales y singularmente en el vino y el mueble. Todos los territorios de la Región conforman una gran diversidad y todas ellas están interconectada mediante autovías, articulando una muy importante y dinámica red de ciudades medias que aseguran un equilibrio territorial y crean las condiciones adecuadas para activar oportunidades para la inversión industrial y en los servicios avanzados.