EL CONSORCIO DEL SURESTE

Las Organizaciones empresariales  y las Cámaras de Comercio de Alicante, Albacete, Almería y Murcia, constatando el continuado olvido que la Administración central mantenía con estos territorios, estimaron la necesidad de conformar un Órgano de cooperación y colaboración tendente a presentar ante las autoridades conjuntamente las necesidades fundamentales de estas provincias, a la vez que demandar su realización.

Por ello no se entendió la casi oposición que a este acuerdo mostró en sus declaraciones el Conseller Portavoz del Gobierno de la Generalitat Valenciana a la firma en Mojácar (Almería), el 30 de noviembre de 1994, del Consorcio para la Promoción Socioeconómica del Sureste, constituido por la organizaciones empresariales y Cámaras Oficiales de Comercio, Industria y Navegación de las provincias de Albacete, Alicante, Almería y Murcia, Consorcio que he tenido el honor de presidir. Estas declaraciones no hacían más que poner en evidencia la excesiva sensibilidad que algunas administraciones muestran sobre el marco de la configuración del Estado de las Autonomías, confundiendo un compromiso de colaboración, un instrumento en apoyo al desarrollo, ante una situación continuada de olvidos, con un posicionamiento político; no era la primera vez que algunos políticos, más preocupados por la apariencia que en afrontar los problemas de fondo, se aventuran a defenderse, cuando lo que se pretende es sumar para hacer realidad las necesidades que planteadas no han sido aún resueltas.

La constitución del Consorcio del Sureste, también denominado para la Promoción Socioeconómica del Arco Mediterráneo sur, se configuró como una agrupación con firme vocación de cooperación para aunar voluntades en la búsqueda de aquellas soluciones que faciliten a las empresas el ejercicio de su actividad e igualmente en la atracción de nuevas iniciativas empresariales. La situación estratégica del Sureste, territorio plenamente integrado en el Arco Mediterráneo, era y es una de las zonas de mayor crecimiento relativo de la Unión Europeaa la vez que su realidad de frontera con el continente africano plantea una serie de singularidades en cuanto a comunicaciones en el corredor mediterráneo tanto energéticas como de carreteras, ferroviarias, portuarias y aeroportuarias, que es imprescindible completar para rentabilizar al máximo esta situación, una riqueza que no sólo beneficia a esta gran área socioeconómica sino a todo el país.

Toda la información en el libro MURCIA 2013 escrito al margen