La crisis generada por la invasión de Rusia a Ucrania, está conllevando una gravísima e injusta tragedia humana, una crisis social y económica de consecuencias imprevisibles en todos los aspectos. Una crisis, que además, y que ha puesto, además, en evidencia la debilidad energética de la Unión Europea y su enorme dependencia del exterior y singularmente de Rusia, con lo que las medidas de apoyo a Ucrania para frenar la invasión, pierden toda su fuerza dada la dependencia europea del suministro del gas y del petróleo ruso.
La dependencia energética de España del exterior es insostenible, entre el 73,0 y el 75,0% del total del consumo de España depende de las importaciones, dieciséis puntos por encima de la media de la Unión Europea entorno al 60,00%, lo que supone un coste y un riesgo muy importante de dependencia del exterior, tanto económica como estratégica. Según Eurostat, España es uno de los siete países con mayor dependencia energética del exterior, sólo superado por Letonia, Bélgica, Italia, Chipre, Luxemburgo y Malta.
Desde que se disparara el precio de la electricidad y del resto de las energías, los precios han continuado creciendo y conllevando a una situación que es insostenible para familias y empresas, una situación agravada con la invasión de Ucrania por Rusia, evidenciando además el riesgo que conlleva la dependencia del exterior, y en la mayoría de los países de la Unión Europea del petróleo y el gas procedente de Rusia, lo que conlleva además una doble debilidad, la dependencia energética y los recursos económicos que se trasladan a Rusia.
Estados Unidos, en el pasado dependiente energéticamente del exterior, decidió cambiar la situación poniendo en valor todo su potencialidad energético enterrado en el subsuelo, a través de la técnica de “fracturación hidráulica”, fracking. Hoy Estados Unidos no solo no depende del exterior sino que se ha convertido en exportador tanto de petróleo como de gas. La invasión de Ucrania por Rusia, ha convertido a Estados Unidos en el primer proveedor de petróleo de España (según informa Cores, la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos), mientras que España sigue sin explotar las reservas existentes en su subsuelo.
España cuenta, según los informes, con una enorme capacidad de energía enterrada por lo que se debería reflexionar sobre las ventajas que conllevaría ponerlo a disposición de los españoles. Es por tanto absolutamente necesario modificar la Ley de Cambio Climático y Transición Energética para el total aprovechamiento de los hidrocarburos existentes en el subsuelo español reduciendo drásticamente la dependencia del exterior, a través de las técnicas de fracking para los hidrocarburos, a la vez que poner en valor la explotación de las denominadas tierras raras, de el litio, el wolframio o el uranio que hay en el subsuelo de España.
Según el Colegio de Geólogos, España cuenta con muy importantes recursos en el subsuelo, como hidrocarburos, tierras raras, litio, wolframio o uranio, que es necesario poner en valor y explotar lo que permitiría a España reducir drásticamente la dependencia energética española del exterior. “Los hidrocarburos son una materia prima imprescindible para la industria, presente en numerosos sectores como medicina, textiles, automóvil o electricidad”, señalan en su informe, en alusión tanto a los convencionales como a los no convencionales
Es preciso continuar con el apoyo al desarrollo e implantación de las energías renovables, dada las posibilidades con que contamos y el nivel solar que percibimos, entre otros. En la situación presente es necesario reflexionar, como están haciendo Francia y China, entre otros, sobre la necesidad de la energía nuclear, a la que la Comisión Europea acaba de reconocer como verde, al menos hasta el año 2045.
Tanto la crisis energética como la que se esta generando ante el menor crecimiento económico y muy alta inflación, puede, de no adoptarse las medidas necesarias, puede conllevarnos a una etapa de estanflación (bajo crecimiento y alta inflación), a la que se sumaria ante el incremento de los intereses dada la alta deuda en que España se encuentra inmersa, puede conllevarnos a una muy grave situación socioeconómica.
Es absolutamente necesario y urgente alcanzar un PACTO DE ESTADO en el que participen, ademas del Gobierno, los Partidos Políticos, los Sindicatos y los Empresarios, y de no ser posible, al menos, un GRAN ACUERDO entre el Gobierno, el Partido Socialista y el Partido Popular, para poner en marcha las reformas estructurales que España precisa, para incrementar su potencial industrial e incentivar la implantación y el desarrollo de las nuevas tecnologías, así como para la explotación de todos sus recursos naturales.
A la vez que una drástica reducción de la burocracia y la fiscalidad, para impulsar la actividad productiva, reducir el gasto publico para reducir el déficit publico debe ser una absoluta prioridad, para reducir la deuda publica que se está conformando como una enorme losa en el presente y mucho más aún para las generaciones futuras. Igualmente es necesario que la Educación conforme una parte fundamental de este Acuerdo que demás incorpore la armonización de las distintas normativas entre las Comunidades autónomas para evitar que se ponga en riesgo la unidad de mercado y la capacidad de atracción de inversiones que permitan aprovechar y desarrollar todo el potencial de crecimiento con el que se cuenta.
PUBLICADO EN EL DIARIO LA VERDAD el 28 de junio de 2022