En un tiempo pasado cuando los móviles, los ordenadores y las tablet no existían, comprobar si una operación aritmética era correcta, si estaba bien, era muy importante, por ello nos ensañaron a comprobarlo, y era muy fácil hacerlo en las divisiones, multiplicando el resultado por el divisor y sumándole el cociente, en las restas, sumando el resultado al sustrayendo, y en la multiplicación con la prueba del nueve:
3
3—I—3
4
Se hace una cruz y en la parte superior se coloca el resultado de ir sumando uno a uno los números del multiplicando y cuando su suma sobrepasa el 9, se le resta 9 (fuera nueve), y así sucesivamente hasta finalizar la suma del multiplicando. Esta operación se realiza igualmente con el multiplicador y el resultado se pone en la parte baja de la cruz, se multiplican el numero del multiplicando por el del multiplicador y si el resultado es superior a 9, se le resta 9 (fuera nueve).
La cifra resultante es siempre inferior a nueve y se pone a la izquierda de la cruz, se suman los tres numerosa obtenidos de la cruz y si es superior a 9 se le resta 9 (fuera nueve) y el resultado final se pone a la derecha de la cruz, y si la multiplicación esta bien, es correcta el numero de la derecha es igual al numero de la izquierda, si no esta bien la multiplicación no coincidirán.
Una prueba practica es comprobar si el resultado de cualquier multiplicación, en este caso lo haremos de 32.673 por 976 y el resultado obtenido de 31.888.848 veremos si es correcto o no:
Números del multiplicando 3+2+6=11-9=2+7+3=12-9=3 que ponemos en la parte alta de la cruz.
Números del multiplicador 9+7=16-9=7+6=13-9=4 que ponemos en la parte baja de la cruz.
Multiplicamos el 3 de la parte superior por el 4 de la inferior y nos da 12, 1+2 y por tanto el resultado es 3 que pasa a la izquierda de la cruz.
Ahora sumamos, el 3+4+3 y nos da 12, y por tanto 1+2 que es igual a 3, que ponemos a la derecha de la cruz y constatamos que coincide con el de la izquierda, por lo tanto la operación es correcta.