REMEMORANDO EL PASADO: la ECONOMÍA DE LA REGIÓN DE MURCIA, en el año 2002

LA REGIÓN DE MURCIA Y SU EVOLUCIÓN ECONÓMICA,

por ÁNGEL MARTÍNEZ, 5 de junio de 2002

ASPECTOS GENERALES DE LA ECONOMÍA REGIONAL.

La información que se utiliza en este informe procede esencialmente de dos fuentes. De una parte la que elabora FUNCAS, la Fundación de las Cajas de Ahorros, en relación con las principales macro magnitudes económicas y el empleo. De otra la fuente oficial española que no es otra que el INE, cuyas estimaciones proceden de la realización de trabajos de campo, encuestas y estudios propios. La utilización de ambas fuentes en paralelo pone de manifiesto la existencia de importantes discrepancias, en algunos casos muy llamativas. No obstante y                 sea cual sea la fuente utilizada, lo cierto y verdad es que los resultados que obtiene Murcia, a pesar de ser divergentes en muchos aspectos, muestran un posicionamiento más o menos similar de la Región en relación con el resto de regiones españolas. En suma convergencia en lo cualitativo, aunque con ciertas discrepancias en lo cuantitativo.

Por lo que se refiere al periodo analizado es el 1995-2000 a fin de utilizar ambas fuentes, toda vez que aún no se dispone de datos INE del último año.

Finalmente indicar que en los cuadros que se acompañan se ha expresado el número de orden que ocupa la Región dentro del contexto de las regiones españolas en cada caso. El valor 1 corresponde a la región en mejor posición y el 17 a la peor.

Evolución de la producción (Valor añadido bruto)

Crecimiento intenso en el periodo superando claramente la media nacional. En relación con el conjunto de regiones, Murcia ocupa uno de los primeros lugares.

 

VAB total FUNCAS INE
MURCIA 23,67% 22,06%
ESPAÑA 20,56% 19,18%
Nº orden

Sector primario: crecimiento elevado y superior a la media nacional.

 

VAB agricultura FUNCAS INE
MURCIA 34,02% 30,34%
ESPAÑA 25,65% 20,08%
Nº orden

 

Industria: crecimiento moderado y en torno a la media nacional.

 

VAB industria

FUNCAS INE
MURCIA 19,54% 22,16%
ESPAÑA 20,38% 21,79%
Nº orden 10

 

Construcción: crecimiento intenso y superior a la media nacional.

 

VAB construcción FUNCAS INE
MURCIA 37,23% 28,18%
ESPAÑA 33,34% 25,63%
Nº orden

 

Servicios: crecimiento intenso y superior a la media nacional.

 

VAB servicios FUNCAS INE
MURCIA 21,88% 18,10%
ESPAÑA 18,77% 15,58%
numero de orden

Los diferentes ritmos de crecimiento observados indican que el crecimiento global se ha sustentado en la construcción y agricultura, sectores ambos en los que el ciclo económico actúa en modo más intenso, al igual que hay que señalar el carácter más errático que posee la agricultura, muy sujeta a influencias externas. En ambos casos se trata también de sectores intensivos en empleo, razón por la cual pueden dar lugar a mayores problemas en momentos de ralentización del ritmo económico, al mismo tiempo que tiran hacia debajo de  la productividad global de la economía.

La consecuencia natural es que la estructura productiva de Murcia muestra un perfil que se aleja del habitual en las regiones más desarrolladas, donde la industria y sobre todo los servicios son los predominantes.

Estructura Productiva.- Región de Murcia – España,  % del VAB

  Agricultura Industria[1]
Construcción

Servicios

Murcia 1995 8,15 20,02 8,40 63,44
Murcia 2000 8,79  (+0,64) 20,25(+0,23) 8,92  (+0,52) 62,04 (-1,40)
España 1995 4,41 22,05 7,55 65,99
España 2000 4,49  (+0,09) 22,78(+2,73) 8,04  (+0,49) 64,68 (-1,31)

FUENTE: INE

 Evolución del empleo

En líneas generales se puede afirmar que ha ido en consonancia con el de la producción. Más concretamente, se puede afirmar lo siguiente:

Crecimiento intenso en el periodo superando la media nacional.

 

Empleo total FUNCAS INE
MURCIA 18,80% 27,70%
ESPAÑA 16,95% 15,80%
Nº orden

Sector primario: crecimiento elevado y superior a la media nacional. En muchas regiones se producen pérdidas de empleo.

 

Empleo agricultura FUNCAS INE
MURCIA 10,82% 37,00%
ESPAÑA -0,24% 3,60%
Nº orden

Industria: crecimiento superior a la media nacional.

 

Empleo industria FUNCAS INE
MURCIA 13,29% 24,20%
ESPAÑA 11,47% 19,20%
Nº orden

Construcción: crecimiento intenso y superior a la media nacional.

 

Empleo construcción FUNCAS INE
MURCIA 33,92% 49,40%
ESPAÑA 20,25% 26,90%
Nº orden

Servicios: crecimiento intenso y superior a la media nacional.

 

Empleo servicios FUNCAS INE
MURCIA 20,25% 24,00%
ESPAÑA 18,74% 14,80%
Nº orden

Expansión generalizada del empleo, incluso por encima de la producción en algún caso. Uso intensivo del factor trabajo, particularmente en construcción. La consecuencia natural es que la estructura del empleo de Murcia muestra un perfil que se aleja del habitual en las regiones más desarrolladas, donde la industria y sobre todo los servicios son los predominantes.

Además, la comparación con la estructura del VAB muestra ya un uso más intensivo en la mano de obra agraria y menor en el caso de la industria, como por otra parte es lo natural.

 

% del Empleo Agricultura Industria Construcción Servicios
Murcia 1995 11,50 18,21 8,37 61,92
Murcia 2000 12,34 17,70 9,80 60,15
España 1995 8,12 18,85 9,06 63,98
España 2000 7,26 19,40 9,92 63,42

FUENTE: INE

 Evolución de la productividad

La producción por empleo muestra la posición competitiva, a grandes rasgos, de la economía  y sus sectores. Su valor muestra de algún modo la base tecnológica con la que se opera y su evolución indicaría una mejora o empeoramiento de dicha base productiva.

A nivel global, crecimiento moderado en el periodo superando la media nacional. No obstante se ha producido una importante heterogeneidad entre las diferentes regiones. En ambas fuentes Murcia ocupa un lugar escasamente positivo.

 

Productividad total FUNCAS INE
MURCIA 4,10 -4,4
ESPAÑA 3,09 2,9
Nº orden 11º 17º

Sector primario: crecimiento inferior a la media española. Particularmente negativo en el caso de la estimación INE.

 

Productividad agricultura FUNCAS INE
MURCIA 20,93% -4,9%
ESPAÑA 25,95% 16,00%
Nº orden 13º

Industria: crecimiento inferior a la media nacional.

 

Productividad industria FUNCAS INE
MURCIA 5,52% -1,60%
ESPAÑA 7,99% 2,20%
Nº orden 12º 14º

Construcción: crecimiento muy inferior a la media nacional.

 

Productividad construcción FUNCAS INE
MURCIA 2,47% -14,20%
ESPAÑA 8,61% -1,00%
Nº orden 14º 16º

Servicios: importante discrepancia entre ambas fuentes.

 

Productividad servicios FUNCAS INE
MURCIA 1,36% -4,80%
ESPAÑA 0,03% 0,70%
Nº orden 17º

En general se puede hablar de evolución moderada siendo superada la Región por un gran número de Comunidades Autónomas en prácticamente todos los casos. Esto supone que necesariamente se ha debido producir un retroceso en relación con el resto de regiones. Un hecho que se advierte a continuación al analizar el nivel de productividad.

Evolución del nivel de productividad comparado

Consideramos como tal el índice que refleja la productividad en cada Región puesta en relación con la española. De este modo un valor 100 indicaría igual nivel de productividad en tanto que la diferencia respecto de 100 indica en qué porcentaje varía respecto a la media española.

El nivel de productividad global se sitúa por debajo de la media española. Según el INE el retroceso es importante.

Nivel  de productividad total

  1995 2000
  FUNCAS INE FUNCAS INE
MURCIA 88,0 88,7 91,6 82,4
ESPAÑA 100 100 100 100
Nº orden 15º 15º 15º 15º

Sector primario: evolución negativa hasta situarse por debajo de la media española. Pérdida de posiciones en el conjunto de las regiones.

                                Nivel  de productividad agricultura

  1995 2000
  FUNCAS INE FUNCAS INE
MURCIA 96,0 115,6 92,1 94,8
ESPAÑA 100 100 100 100
Nº orden 11º 12º 10º

Industria: evolución a la baja en índice y estabilidad en nº de orden entre las regiones españolas, ocupando las posiciones más bajas,

                                Nivel  de productividad industria

  1995 2000
  FUNCAS INE FUNCAS INE
MURCIA 86,3 83,3 84,3 80,2
ESPAÑA 100 100 100 100
Nº orden 15º 15º 14º 15º

Construcción: evolución a la baja y pérdida de posiciones en el orden de regiones.

                                Nivel  de productividad construcción

  1995 2000
  FUNCAS INE FUNCAS INE
MURCIA 94,0 106,8 88,6 92,5
ESPAÑA 100 100 100 100
Nº orden 13º 15º 14º

Servicios: evolución divergente, pero mantenimiento en zona baja o muy baja del conjunto regional.

             Nivel  de productividad servicios

  1995 2000
  FUNCAS INE FUNCAS INE
MURCIA 91,5 88,1 92,7 83,3
ESPAÑA 100 100 100 100
Nº orden 12º 16º 12º 16º

En líneas generales posición relativa mala y sin mejoras sensibles, cuando no empeoramiento. La Región ocupa sistemáticamente un lugar alejado de las posiciones de cabeza, tanto a nivel global como por sectores, en el ranking de regiones por nivel de productividad. Esto refleja, en general, una base productiva menos tecnificada y que tiende a mantener un uso del factor trabajo por encima de lo que ocurre en otras regiones. Riesgos: incremento potencial del paro en momentos de desaceleración económica,  pérdida de competitividad, sustrato de bajo perfil de la economía regional y estancamiento en el furgón de cola de las regiones españolas, con el riesgo añadido de la pérdida de los fondos estructurales en el próximo periodo de programación.

Los indicadores por habitante.

El índice de desarrollo comparado más habitualmente utilizado es el del VAB por habitante. Muestra en modo sintético cuál es la capacidad de producción que realiza una región siendo el elemento relativizador de la misma el tamaño de su población.

Dado que en el cálculo de este índice se obtiene un cociente entre VAB y población es claro que cuanto más aumente el VAB más lo hace el índice, pero también que cuanto más lo haga la población menos aumenta el índice. De este modo, ambas variables intervienen en el resultado final en modo antagónico e incluso puede darse el caso de que una región sin crecer en VAB pero disminuyendo población, mejora la situación de su índice de desarrollo.

En todo caso, la situación concreta de la Región de Murcia, tomando como referencia el VAB por habitante medio de España es la siguiente:

       Valor Añadido Bruto por habitante VAB/h.

  1995 2000 2001
  FUNCAS INE FUNCAS INE FUNCAS
MURCIA 80,75 82,83 79,80 81,05 78,12
ESPAÑA 100 100 100 100 100
Nº orden 15º 13º 15º 15º 15º

De ella se deduce claramente que la Región ha empeorado desde 1995, retrocediendo en el indicador utilizado. No obstante hay que indicar que la causa primaria de este retroceso es el diferente ritmo de crecimiento de la población. Como hemos visto la producción en Murcia crece por encima de la media española, si bien en modo insuficiente como para contrarrestar el hecho de que la población aquí haya crecido más del doble  que la media española.

                Porcentaje de crecimiento población

  1995/2000 1995/2001
MURCIA 5,90% 8,84%
ESPAÑA 2,05% 3,65%

Finalmente indicar que si eliminamos el efecto población, suponiendo que su crecimiento hubiera sido el mismo en Murcia que en España, los resultados obtenidos habrían sido los siguientes:

Valor Añadido Bruto por habitante

  2001 2001 simulado
MURCIA 78,12 82,79
ESPAÑA 100 100
Nº orden 15º 12º

 Conclusiones

Independientemente de los comentarios que se han ido desgranando en páginas anteriores, intentamos resumir en lo que sigue los aspectos más relevantes:

Excelente comportamiento en lo económico:

La Región ocupa un lugar de privilegio como una de las regiones españolas en las que más ha crecido la producción (VAB). Una situación que se da tanto para el conjunto de la economía como para prácticamente todos los sectores. En todo caso la industria es quien peores resultados muestra, situándose la Región en una posición intermedia.

Intenso crecimiento de la población. Incluso llega a duplicar el que se da en el conjunto nacional.

La consecuencia natural es que el cociente VAB/población se resiente, con lo que la posición de Murcia en este indicador muestra un retroceso claro. Ocupa el 15º lugar entre las regiones españolas, superando solo a Andalucía y Extremadura.

Si elimináramos el efecto población, el indicador mejoraría ligeramente, lo que situaría a la Región en el lugar 12º.

No obstante lo indicado en el punto 1), el diferente ritmo de crecimiento de cada sector conduce a la estructura productiva regional se haya modificado:

Se eleva la importancia de agricultura y construcción, cayendo la del sector servicios.

En comparación con la media española, el peso de la agricultura es en Murcia el doble que en el conjunto nacional.

El perfil que muestra la Región es lo que cabría calificar de “menos desarrollada” dentro del contexto regional nacional y sobre todo comunitario. No hay avances en este sentido sino todo lo contrario.

Intenso crecimiento del empleo. Murcia ocupa un lugar privilegiado en este variable. Se sitúa entre las tres primeras regiones tanto a nivel global como en el caso de agricultura, construcción y servicios. Pero, ser de los mejores en crecimiento en producción y empleo solo es positivo si la producción crece significativamente por encima del empleo. En caso contrario las pérdidas de productividad son inmediatas.

Esto se concreta en el caso de la Región en que los incrementos de productividad que se han registrado la sitúan en el peor lugar de las regiones españolas (según el INE) y en el 11º según FUNCAS. Malos resultados en ambos casos.

En términos sectoriales los resultados de la Región, en cuanto a aumento de la productividad son escasamente positivos. En general hay que calificarlos de malos, cualquiera que sea el sector o el origen de la información.

Unos resultados que indicarían que el esfuerzo inversor y de mejora tecnológica que se ha realizado en la Región ha sido notoriamente inferior al que han hecho la mayor parte de las regiones y en la mayor parte de sectores.

Pero además estos hechos se contrastan con la evolución del nivel de productividad que se da en la Región en relación con la media española y, como es natural, con el resto de regiones. Murcia ocupa el 15º lugar por nivel de productividad. Se pierde nivel de productividad comparado en el sector primario; la industria regional se sitúa a la cola de las regiones españolas y la posición no es menos consoladora en construcción y servicios.

Todo lo anterior pone de manifiesto la existencia de cuestiones esenciales:

Se ha ganado la batalla por la creación de empleo. Prácticamente sí, pero a costa de utilizar el empleo como regulador de la producción. No se crece porque mejora la capacidad de producción instalada (hablando a grandes rasgos) sino porque se utiliza más la que hay incorporando más mano de obra, generalmente de baja cualificación y coste.

Visto desde otro punto de vista, más positivista. Se ha mejorado la tecnología y la capacidad de producción, pero menos que las del resto de las regiones españolas. Así mismo, los datos anteriores indicarían tanto lo anterior, como también el que la estructura económica regional se basa en actividades con menor generación de valor añadido que en la mayor parte de las regiones españolas.

Cualquiera que sea la lectura, o ambas, lo cierto es que estamos perdiendo, como Región, el reto de lo tecnológico. No se ha producido en el periodo analizado un cambio que renueve la infraestructura económica regional, la modernice y la sitúe en un referente diferente.

El riesgo es importante; una crisis económica castigaría muy duramente a la Región, al mismo tiempo que tendría unas consecuencias sobre el empleo más que negativas. Si el empleo es el mecanismo regulador del crecimiento, es claro que sería quien primero sufriera cualquier vicisitud.

A modo de conclusión final y sin ser alarmistas ni lo contrario. Los datos analizados son de corte macroeconómico, dan pistas sobre lo que está ocurriendo a nivel micro, pero indican que algo está pasando (o que más bien no está pasando). Es evidente que se hace necesario profundizar en el análisis y el detalle de lo que ocurre a nivel sector y, en definitiva reflexionar en profundidad sobre estos datos.

COMPARACIONES PROVINCIALES

Se introducen a continuación algunas comparaciones con las provincias mediterráneas, tomando como base las estimaciones publicadas por FUNCAS para el periodo 1995-2000. Hemos resaltado solo aquellos hechos más significativos, con el fin de hacer ver qué ha ocurrido en los espacios más próximos.

Almería, respecto de Murcia:

Su población equivale al 45,6% de la de Murcia.

El empleo en agricultura equivale al 84% del que hay en Murcia. Pero producen por un valor equivalente al 91,6%.

El empleo agrario aumenta en el periodo un 15% (en Murcia un 10,8%).

La producción por empleo de la agricultura en Almería es un 51,6% superior a la de Murcia.

El VAB por habitante (índice de desarrollo comparado) se sitúa en Almería en el 81,7 (Murcia en el 79,8). No obstante el aumento de la población también ha castigado a Almería, que partía de un índice de 86,18 en el año 1995.

Alicante respecto de Murcia

Su población es un 25% superior a la de Murcia y aumenta en el periodo en un porcentaje similar, pero el valor de la producción total es un 39,4% mayor.

La industria alicantina produce un 43,5% más que la de Murcia, en tanto que el valor de la producción en servicios es un 51% más que en Murcia.

Sin embargo la producción por empleo en la industria de Alicante se sitúa en el 92% de la medida que se da en Murcia (la causa está en la mayor presencia del sector energético en la Región, cuyo producción por empleo es muy elevada; si elimináramos este efecto los resultados de Alicante serían mejores que los de Murcia).

La producción por empleo en servicios en Alicante es un 10,5% superior a la de Murcia.

El  VAB por habitante (índice de desarrollo comparado) se sitúa en Alicante en el 90,63 (Murcia en el 79,8). No obstante el aumento de la población también ha castigado a Alicante, que partía de un índice de 91,25 en el año 1995 (Murcia en el 80,75)

Valencia respecto de Murcia

Su población es un 92,4% superior a la de Murcia, mientras que la producción es un 152,8% mayor.

El empleo total en Valencia supera en un 111,5% al de Murcia.

La industria valenciana produce un 186,2% más que la de Murcia, en tanto que el valor de la producción en servicios es un 161,5% más que en Murcia.

Sin embargo la producción por empleo en la industria de Valencia se sitúa un 1,29% por encima de la de Murcia (volvemos a llamar la atención sobre el caso del sector energético en Murcia).

La producción por empleo en servicios en Valencia es un 10,1% superior a la de Murcia.

El  VAB por habitante (índice de desarrollo comparado) se sitúa en Valencia en el 103,55 (Murcia en el 79,8), superando con ello la media española. No obstante partía de un índice de 103,12 en el año 1995 (Murcia en el 80,75)

REFLEXIONES SOBRE LA SITUACION GENERAL DE LA REGIÓN

El modelo de desarrollo que ha seguido la Región en los últimos años no presenta hechos diferenciales con respecto al de etapas anteriores. Puede afirmarse, salvo excepciones a nivel de empresas individuales, que el proceso seguido por la economía regional ha sido “más de lo mismo”.

Esto no quiere decir que no se hayan registrado avances en todos los sentidos, ni mucho menos, sino que la economía regional ha seguido un camino meramente tendencial, marcado por su propia inercia, sin adaptarse suficientemente a un nuevo entorno competitivo.

No se ha producido la necesaria diversificación hacia nuevos sectores, hacia nuevos productos que incorporen mayor valor añadido ni tampoco se han aprovechado las grandes inversiones (foráneas por otro lado) para generar un efecto dinamizador en su entorno.

En líneas generales puede afirmarse que se sigue cumpliendo a grandes rasgos el diagnóstico realizado en el Plan Estratégico de Desarrollo 2000-2006, cuyas líneas de actuación se han cumplido en buena parte, sobre todo por lo que respecta a las infraestructuras.

Pero no cabe duda que cuando en él se afirmaba que los dos sectores con mayor potencial de desarrollo eran el agroalimentario y el turismo, lo cierto es que no se puede concluir que hayan sido factores de arrastre en estos últimos años.

Por lo que concierne al turismo los grandes proyectos están por realizar y su único arrastre viene dado por la explosión de la construcción de segundas residencias en la costa, al amparo en gran manera de la evolución económica general, la contención de los tipos de interés y la demanda de los residentes UE como consecuencia de la adopción del euro.

En cuanto al sector agroalimentario muestra luces, en lo que concierne a la producción en fresco y sombras en relación con la industria conservera, que cada vez da más muestras de ser un sector plenamente maduro y por tanto con dificultades de crecimiento, con fuerte competencia de terceros países.

Por otra parte la evolución de la economía ha mostrado cómo el crecimiento procede de dos sectores específicos, esencialmente, como son agricultura y construcción; intensivos en empleo, pero al mismo tiempo cíclicos, con escasa generación de valor añadido y muy sujetos a la variación de la demanda.

El tercer pilar de crecimiento de la economía regional, aunque solo a nivel puntual, ha sido el sector energético junto con algunas inversiones de alto nivel, producidas en el entorno de Cartagena y, en menor medida en el resto de la Región.

Todo ello conduce a que realmente no se ha producido el cambio cualitativo que hubiera sido de desear en la segunda mitad de los años noventa, a fin de poner las bases para un tejido productivo más moderno e innovador, adaptado a la nueva situación económica internacional.

No obstante no es menos cierto que desde el punto de vista del entorno empresarial se han producido cambios y avances, pero también es preciso tomar en consideración que las empresas regionales, a grandes rasgos, han ido al ritmo del mercado, intensificando su producción en una época de demanda creciente y, por tanto no viéndose abocadas a generar un cambio tecnológico, propio de una filosofía innovadora y que se adelanta al mercado. Antes al contrario, todo indica que se ha ido detrás del mercado y no anticipándose a sus cambios.

Ante esta situación, que en gran parte recuerda, en términos relativos a la que existía a finales de los años ochenta, se hace preciso realizar una reflexión en profundidad sobre dónde estamos y hacia dónde se puede o se debe orientar la actividad económica.

A este fin realizamos las siguientes consideraciones:

Agricultura: es un sector básico de la economía regional,  que ha mostrado su importancia en los últimos años y que puede  verse notoriamente favorecido por el empuje que va a suponer el Plan Hidrológico Nacional. No obstante, entendemos que es un sector muy sujeto a la competencia exterior, particularmente de terceros países donde los costes de producción son muy inferiores.

Por ello su expansión debería ser acotada y limitada en los próximos años, dedicando los esfuerzos tan solo a actividades y producciones altamente tecnificadas y que den lugar a un valor añadido importante y suficiente como para superar las diferencias de productividad que se obtendrían en terceros países.

Esto supone trabajar en una agricultura orientada al mercado europeo, altamente tecnificada, tanto en sistemas de producción como en ingeniería genética, al mismo tiempo que se han de poner los medios para el control de los circuitos comerciales a fin de evitar la fuerte dependencia de los distribuidores.

En consonancia con lo anterior habría que potenciar los sistemas de investigación en nuevos productos y variedades; romper la dependencia exterior en semillas y plantones; crear tecnologías propias e introducir de forma generalizada la innovación en el sector.

Y al mismo tiempo se ha de realizar un análisis y puesta en práctica de los tamaños mínimos de explotaciones por tipos de cultivos, orientándolas hacia su industrialización y mecanización total, poniendo el énfasis en aquellas orientaciones agrícolas que sean realmente competitivas y/o incorporen valor añadido, sin descartar otras como pueden ser los cultivos biológicos o el caso de las flores.

Pese a todo estamos en el sector más innovador de la economía murciana, lo que no deja de ser un exponente de la situación global. A este fin recordemos que la productividad del sector en Almería es un 51% mayor que en Murcia.

Sector agroalimentario: la agricultura de alto valor añadido debe dejar de ser un sector meramente productivo. Se ha de convertir en una actividad donde la industrialización sea una realidad, de modo que las actividades de manipulado, separado, preparación, envasado, transporte y conservación se conviertan en un todo.

Probablemente debería pensarse en el “conglomerado agroalimentario” como un todo y dejar de tomar como referente la mera producción agrícola. Esto supone recoger toda la cadena de valor dentro de un sector y trabajar con una concepción más global y generalista.

Con ello se podría incluso hablar de que parte de la cadena de valor estuviera desplazada en otras localizaciones geográficas, siempre y cuando el “control y la certificación de calidad” estuvieran aquí.

Cualquier idea proteccionista debe ir descartándose en el medio plazo; van a ser inviables por la evolución de los acontecimientos y por tanto deben ponerse ahora las bases para el momento en que desaparezcan.

Sector energético: es sin duda el máximo exponente de la base industrial de la región. Supone más de la cuarta parte de la industria regional, si bien sus beneficios, en sentido amplio, no quedan en la Región. Partiendo de este supuesto, que no queda más remedio que admitir, habría que buscar fórmulas de aprovechamiento de la situación.

En concreto su localización y concentración en el Valle de Escombreras debería valer para conformar un referente de la Región como “polo industrial energético”, que sin duda se vería potenciado por las nuevas instalaciones que parece se van a poner en marcha. Apostar por la energía puede ser positivo, pero explotando su presencia en varios sentidos.

Sin lugar a dudas existirán actividades industriales intensivas en consumo de energía que podrían ser atraídas a la zona si en ella los costes de consumo son inferiores y existe una oferta complementaria adecuada.

Por otra parte, las nuevas tecnologías de generación de energía eléctrica podrían ligarse a la existencia de una especialización en cuanto a la formación de profesionales altamente cualificados en el sector. Y así mismo, la puesta en común de los elementos energía – gas – puerto junto con una oferta de profesionales (ingenieros y formación profesional) adecuada, sería un elemento de atracción de interés, unido a lo que el entorno físico supone (clima, Mar menor, golf, oferta educativa, infraestructura urbana).

En todo caso y unido a ello habría que analizar qué elementos adicionales serían importantes para poner en valor el conjunto industrial de la zona para atraer inversiones foráneas y, al mismo tiempo, señalar caminos de inversión a emprendedores murcianos.

Concretamente, se puede poner en marcha una política de “vender proyectos” específicos, a desarrollar en el área, buscando inversiones apropiadas o incluso desarrollándolos desde aquí a través de diversos medios (capital semilla, capital riesgo, capital participativo, etc.. ) No es de recibo que la industria  murciana viva de espaldas al polo industrial de aquella zona.

Industria endógena: La industria regional está basada en una serie de sectores que han dado en denominarse endógenos y que giran en torno  a actividades como las  conservas vegetales, fabricación de zumos, muebles, metal mecánica, curtidos, química, extractivas, fabricación de materiales de construcción, etc…

Son en general sectores que pueden calificarse de maduros, con excepciones tan solo a nivel de empresa individual, lo que supone que en sus mercados la competencia es muy fuerte y necesitan una adecuación constante para subsistir en ellos, estando sometidos a una fuerte presión de terceros países.

La información reciente indica que el sector en general ha invertido, sobre todo en modernización de sus líneas usuales de actividad, lo que supone en términos concretos haberse mantenido en la lucha por la competitividad, pero en la misma línea, sin pasar a la necesaria diversificación.

Con ello no se ha producido renovación del tejido productivo sino que se ha seguido una línea tendencial (de nuevo “más de lo mismo”), con lo que los riesgos y situaciones se repiten. Por otra parte y como alternativa clara en líneas generales si estos sectores se mantienen en la misma dinámica no les va a quedar otra alternativa que deslocalizar la producción e ir a producir allí donde más barata sea la mano de obra.

Es un hecho incuestionable que va a ser preciso asumir en actividades como la conserva, zumos, curtido, química básica, calzado, textil, herramienta ligera, etc… de tal modo que en la Región quede el diseño, la comercialización, el acabado, etc… en definitiva la generación del valor añadido.

La otra alternativa está en la innovación, el cambio tecnológico y la diversificación de la producción en líneas nuevas adecuadas a mercados de alto nivel y donde, por ahora, los terceros países no puedan competir por calidad, diseño, acabado, etc… entrando en actividades donde el coste de mano de obra sea irrelevante o tenga poco peso en el valor final de la producción.

Para ello es sin duda esencial contar con varios elementos: capacidad de importar, atraer e introducir tecnologías; conciencia de la innovación en el mundo de la empresa industrial; preparación de mano de obra cualificada (el reto por ganar de la formación profesional), etc..

En suma conseguir que el empresariado murciano sea quien innove y no lo que ahora ocurre, que la innovación viene de fuera. En realidad las únicas empresas existentes en la Región que han incorporado innovación son de capital foráneo, con solo algunas excepciones menores.

Por ello y partiendo de la base de que son muy escasas hoy día las posibilidades de que los propios empresarios murcianos sean los que lideren el cambio, se hace preciso o bien atraer inversiones o bien ponerlas en marcha desde aquí, buscando los mecanismos apropiados para iniciar, participar e impulsar proyectos nuevos.

En todo caso todo indica que un punto de atención sería el dotar al INFO con recursos adicionales a los que actualmente tiene a fin de que pueda potenciar su actividad en aquellos temas relacionados con lo que comentamos.

Construcción: Es un sector que marcha por sí solo al socaire de la demanda y que se encuentra en estos momentos en un elevado nivel de actividad cuya sostenibilidad es más que dudosa en el medio plazo.

En estos momentos la actividad constructora en la costa está registrando un tirón muy fuerte, sustentada en gran parte por la demanda de residentes en la UE y los bajos tipos de interés. No obstante tiene un probable estrangulamiento en la oferta de suelo, que puede limitar su evolución.

En todo caso, es un sector intensivo en mano de obra de baja cualificación en muchos casos y escasamente reciclable, lo que puede ser una fuente de conflictos en el medio plazo cuando la actividad se modere necesariamente.

Es más que claro que podemos estar ante un problema de corte social a medio plazo, en el que los inmigrantes ocupan un lugar claro, sobre el que cuando menos hay que reflexionar ya. Por otra parte, este sector tira fuertemente de otros conexos y situados en la industria, por lo que está actuando a modo de clara locomotora de la economía regional.

Sin embargo sus riesgos son más que evidentes y no solo no se puede pensar en que se mantenga como locomotora sino que además hay que tener claro que su atenuación repercutiría en modo importante en otros sectores.

Desde otro punto de vista es un sector en el que ya han comenzado a posicionarse grandes empresas de capital regional, lo que hasta hace relativamente poco no ocurría, siendo este un punto de vista positivo.

En todo caso, su evolución va a venir ligada no solo a la de la demanda sino también a la existencia de grandes proyectos de promoción, tanto a nivel interior como en la costa, siendo muy sensible a la existencia de una adecuada ordenación del territorio y normas de actuación.

Turismo: Su evolución hasta ahora ha sido casi exclusivamente el seguir la tendencia de años anteriores. El modelo turístico de segunda residencia es hoy el mismo que ayer sin cambio relevante alguno. Concretándonos en el turismo de litoral, los logros han sido escasos y hay que pensar en que el modelo actual no solo está agotado sino que no tiene arreglo allí donde se ha consolidado.

La única alternativa es la apertura de nuevas zonas turísticas pero siendo muy estrictos en su ordenación. O se aprovecha la oportunidad de ordenar adecuadamente los espacios litorales que aún quedan o se perderá definitivamente el carro del turismo en la Región. Ahora bien, no se trata solo de ordenar sino de conseguir atraer o crear empresas con suficiente capacidad como para acometer grandes proyectos con solvencia suficiente; en caso contrario el modelo derivará al actual y se habrá perdido la oportunidad.

Evidentemente lo dicho supone además que se han de dotar los nuevos espacios con las suficientes infraestructuras e instalaciones, a priori, de tal modo que la infraestructura vaya por delante y no al revés. Es un tema de importancia capital sobre el que hay que actuar ya pero también en el que no se deben dejar cabos sueltos.

La planificación turística deber ir hasta el final, incluyendo la captación de los inversores correspondientes y siendo muy estrictos en las formas con que abordar los grandes proyectos. Es inexplicable que La Manga Club no se repita en otros lugares que, incluso, tendrían mejores condiciones; pero es también un ejemplo de lo que una adecuada estrategia empresarial puede lograr.

En otro orden de cosas, no se pueden olvidar actuaciones complementarias al turismo tradicional y que surgen al amparo de la evolución de la sociedad del ocio: turismo rural, turismo termal de calidad, turismo cultural, etc… para lo cual se cuenta con un potencial importante que hay que poner en valor.

Por qué no pensar en Cartagena como un foco de atracción del turismo cultural, explotando adecuadamente sus potencialidades y, al mismo tiempo realizando un plan de choque para rehabilitar un caso urbano muy deteriorado que, por otra parte, impide cualquier posibilidad de explotación de unos recursos de gran importancia e interés.

Infraestructuras: Sin lugar a dudas los avances en este sentido han sido muy amplios y positivos. Es un elemento clave cuyos periodos de maduración son elevados y que, pese a ello, se han conseguido logros importantes. No obstante son aún dos las vías en las que se debe avanzar e incluso con cierta rapidez.

Una de ellas es la de prevenir un nuevo posible colapso; ya se registran trayectos en los que se empieza a producir saturación, por lo que hay que contribuir en modo decidido a resolverlos antes de que vayan a más.

De otro hay casos en los que actuar propiciando nuevas actuaciones o mejoras, como es la conexión ferroviaria con Albacete y Madrid en alta velocidad (250/280 kms/h). Pero al mismo tiempo hay que reflexionar en la posibilidad de crear una red secundaria de cercanías que acerque los puntos de interés (especialmente turísticos) a los puntos de entrada de las grandes líneas rápidas.

En cuanto al aeropuerto, hay que pensar en él como un elemento básico para el desarrollo de las nuevas zonas de litoral. Y por lo que se refiere a la infraestructura portuaria y más concretamente al puerto de Cartagena, se puede afirmar con rotundidad que ha perdido claramente relevancia dentro del conjunto de puertos de la fachada mediterránea. Sus posibilidades continúan estando ahí, pero no han sido suficientemente explotadas, en gran parte porque no se han hecho actuaciones coordinadas.

Hoy día un puerto es o tiene que ser algo más que un punto de intercambio; debe contar con una oferta apropiada de infraestructuras conexas, accesos viarios y ferroviarios y dotarse de una zona logística en las que se realice la intermodalidad en modo eficiente.

Formación: se habla siempre y mucho de la formación, pero sin embargo no se entra a fondo en un debate cierto sobre ella. Actualmente las universidades están teniendo un descenso muy fuerte en la incorporación de nuevos alumnos, consecuencia de la evolución demográfica y también de la propia competencia existente en la Región entre ellas.

Contra ello se ponen en marcha titulaciones nuevas a fin de atraer nuevo alumnado, subsistiendo otras que apenas tienen atractivo o bien en las que las posibilidades de incorporación a un puesto de trabajo son mínimas. La situación y evolución de los estudios universitarios en la Región debe analizarse con rigor y profundidad, sobre todo en conexión con su entorno actual y, sobre todo, con el modelo de región al que se quiera acudir.

Esto no obsta para que la investigación básica y  aplicada se siga potenciando y apoyando, particularmente el modelo universidad-empresa como elemento de introducción de la I+D en las empresas regionales, enlazando más profundamente la investigación con las demandas empresariales. Por otra parte estamos en un momento crítico para abordar con profundidad y rotundidad la cuestión de la mano de obra cualificada.

No se puede hablar de crear ni atraer empresas si no se dispone de una mano de obra suficientemente formada y preparada y esto solo es posible con una Formación Profesional moderna y suficientemente dotada de medios. Es el reto del futuro y de ahí no solo surgirán recursos para las empresas sino también empleo autónomo.

Pero por otra parte es también el momento de revitalizar este tipo de formación, desprestigiada en años recientes, motivando a los alumnos y reconociéndola socialmente. Es sin duda la mejor apuesta de futuro y en ella la Administración Regional puede y debe hacer mucho, tanto por las competencias transferidas como también unificando la gestión de toda la formación, sea o no reglada, hoy día dispersa.

Inmigración: Un tema particularmente delicado en el que no se suele entrar a realizar valoraciones, pero en el que hoy en día hay problemas yacentes concretos. Es un colectivo que se ha mostrado imprescindible para dos actividades concretas: mano de obra agrícola y atención doméstica, siendo su tercera vía la inclusión en la construcción como mano de obra no cualificada.

Han venido a cubrir unas necesidades esenciales, pero está por realizar la cuestión de su integración. En este tema la experiencia demuestra que la integrabilidad está íntimamente ligada al origen. Así, en tanto que los procedentes del Este de Europa tienen unas connotaciones culturales muy semejantes y se integran con facilidad, la situación es ligeramente diferente en el caso de los latinoamericanos, para pasar a ser diametralmente opuesta con los magrebíes.

Por ello un proceso de racionalización de los orígenes de futuras entradas sería una cuestión a contemplar. De otra parte, el hecho de que estos colectivos se concentren en determinadas actividades (en realidad aquellas en las que o bien no existe mano de obra local o bien ésta no quiere acudir) les hace ser muy sensibles a las evoluciones económicas, lo que puede constituir un problema social puntual o incluso estructural en momentos de ralentización de la economía.

La consecuencia natural de una cuestión tal puede pasar fácilmente por la intensificación de la marginación cuando no por problemas sociales específicos que hay que prever. Y de otra parte se encuentra un hecho ya conocido como es la demanda de servicios sociales, sanitarios y educativos que estos colectivos precisan y que hay que darles necesariamente en un contexto claro de igualdad de derechos y deberes.

Agua: es un factor limitativo que puede quedar suficientemente resuelto en el medio y largo plazo con el PHN.

Pero hasta entonces se hace preciso actuar en cuestiones de carácter inmediato y que, sobre todo, afectan al turismo de litoral y, en menor medida, al abastecimiento urbano. En conexión con los grandes proyectos turísticos que se quieren poner en marcha, la dotación de agua suficiente debe abordarse de tal modo que se ponga en marcha un Plan de Desaladoras adecuado en lugar y capacidad a las demandas actuales y potenciales.

El precio para el consumo urbano permite pensar en esta tecnología y por tanto utilizarla como medio a este fin. De otra parte pensar en términos de campos de golf solo se debe hacer contando con el apropiado suministro de agua, cuyo origen no será otro que la desalación o depuración. No parece sin embargo que se esté hablando de este recurso en los proyectos que están surgiendo, lo que actuaría como estrangulamiento claro.

Financiación de la obra pública: Es muy posible que muchas de las cosas que estamos comentando requieran de una decidida actuación pública en cuanto a la dotación de infraestructuras.

Unas infraestructuras que, por otra parte, pueden ser fuente de ingresos por la vía del pago de peajes, recargos, canon de uso, etc.. (por ejemplo el uso de agua reciclada, el recargo por depuración de aguas, el pago por utilizar una determinada infraestructura ferroviaria, etc…) pero para las que la eliminación del déficit público no deja margen de actuación en los presupuestos regionales.

Así, la limitación presupuestaria es un hecho que, sin embargo puede obviarse, en el buen sentido, como se ha hecho en otras regiones e incluso en la Administración Central, con la constitución de una sociedad  pública (incluso con presencia de capital privado en el accionariado), que debería acogerse al concepto de “productor de mercado” para no ser integrada como pública a efectos de consolidación con la Administración y que, por tanto, su posible endeudamiento compute.

Esto supone que ha de ser una sociedad en la que como mínimo sus ventas superen el 50% de los costes de producción, entendiendo por ventas diversos supuestos metodológicos que no vienen al caso. En suma un ente como tal podría abordar diversos proyectos de interés, acudiendo al  mercado para endeudarse sin que ello compute a efectos de la CARM.

Su objetivo sería el impulso inmediato de determinadas actuaciones, a definir, de índole estratégico que actuaran como revulsivo a corto plazo  y dinamizador de la economía regional, pero siempre incorporando una óptica empresarial en su gestión y no meramente gestora. O dicho de otro modo, una sociedad cuyo objetivo sea la gestión, dinamización y puesta en marcha de los grandes proyectos estratégicos de la Región, incluyendo como tales la participación en empresas innovadoras.

Capacidad inversora de la Administración Regional: la posibilidad de realizar inversiones directamente por la propia A. Regional nace de su capacidad financiera. En un contexto de equilibrio presupuestario no existen posibilidades de endeudamiento, a menos que se utilice una figura como la contemplada en el punto anterior o bien incidir en fórmulas como la del peaje en sombra de la que ya existe una experiencia previa.

No obstante, hay que incidir en que a grandes rasgos, la A.R. va a tener una capacidad inversora limitada, lo que implica una clara política de rentabilidad económica y social de todas y cada una de las inversiones que se vayan a poner en marcha en los próximos años, siendo este el punto de vista con el que analizar cualquier proyecto de inversión.

En otro orden de cosas, una fuente de recursos que hasta el momento ha funcionado apreciablemente es el ahorro bruto (diferencia entre ingresos corrientes que obtiene la Ahorro Regional y los gastos corrientes que genera) que se ha ido produciendo cada año.

Un hecho que debe continuar incluso con mayor intensidad, para lo cual es preciso realizar una política de contención de los gastos corrientes, no introduciendo ni poniendo en marcha actuaciones que vayan a tener una importancia elevada en cuanto a los gastos de funcionamiento (gasto corriente) que puedan generar en los próximos años.

Los Ayuntamientos como dinamizadores de su entorno próximo: No cabe duda que el referente más próximo que percibe una empresa o un ciudadano es su Ayuntamiento y que gran parte de las actuaciones y actividades a desarrollar o potenciar pueden verse seriamente limitadas o coartadas por ellos.

Sin embargo, es también notorio que pueden realizar un papel particularmente dinamizador de su territorio en muchos ámbitos. Desde este punto de vista, no se aprecia una coordinación de políticas, regional y local, en pro de dinamizar determinados territorios o actividades, sin perjuicio de que exista siquiera sea a grandes rasgos.

La coordinación entre administraciones puede y debe ser un referente que, sin duda, constituye un factor de atracción para el inversor al mismo tiempo que evita o difumina incertidumbres en todo proyecto. Por otra parte, se están realizando o se tienen potencialidades a nivel local que alcanzan un eco notoriamente inferior al que potencialmente tienen probablemente, al menos en parte, por cuestiones como las apuntadas.

Así, si tomamos tres referentes: Cartagena, con todo su patrimonio arqueológico; Lorca, su casco urbano y el proyecto Taller del Tiempo y Caravaca ciudad Santa, no cabe duda que encontramos aspectos de interés que puestos en valor suficientemente podrían contribuir positivamente a dinamizar unas zonas concretas, pero siempre y cuando se actúe con eficiencia y prontitud, en modo coordinado y en tiempo.

Las posibilidades de Cartagena, por ejemplo, son reconocidas, pero ¿cuánto tardará en ponerse en valor el activo que su patrimonio tiene?.  Y en cuanto a la ciudad de Murcia, caben sin duda reflexiones similares, como son las de su potenciación como ciudad de congresos o la de aprovechar su amplia oferta cultural.

Un referente: pudiera parecer una cuestión baladí e incluso para algunos dudosa, pero a la pregunta de por qué se conoce Murcia, las respuestas pueden ser muchas, pero en ningún caso es un referente de modernidad, tecnología, etc… Esto no es negativo ni mucho menos, pero quizás fuera de interés apostar por definir uno o dos elementos en los que reconocer a la Región tanto desde una óptica cultural o lúdica como económica.

En otras regiones se ha hecho y lo cierto es que “vende” imagen y actúa a modo de atracción y podría ser un elemento a tener en cuenta para cambiar mentalidades en relación con la Región y ponerla en otro nivel en cuanto a la percepción que de ella se tiene.

El polo energético, por ejemplo, el Instituto de Hidrotecnia, la red de centros tecnológicos, etc… Elementos hay, se trataría de buscar ese par de referentes por los que la región fuera conocida y sobre los que apoyarse para “vender” región. El lema del futuro puede ser  “desarrollo sostenible”, lo que en nuestro caso puede todavía ser una realidad; quizás sea este el referente, conjugar modernidad con sostenibilidad, buscando cómo hacerlo.

IDEAS Y PROPUESTAS CONCRETAS

Agricultura:

Limitar su expansión en términos físicos (no poner en marcha nuevas superficies).

Orientar todas las acciones de la Administración Regional hacia el apoyo a los cultivos que incorporen alta tecnología y valor añadido.

Influir en el sector para la concentración en términos de comercialización. Apoyar un tamaño mínimo de las cooperativas de comercialización suprimiendo ayudas y subvenciones al resto.

Orientar la investigación pública hacia las nuevas tecnologías de producción, investigación genética y fitosanitaria, con el objetivo de evitar la dependencia tecnológica actual y buscar la especialización regional (servicios exportables).

Introducir nuevos cultivos y orientaciones productivas (cultivos biológicos, flores, etc..)

Sector agroalimentario:

Pensar  en el “conglomerado agroalimentario” como un todo y dejar de tomar como referente la mera producción agrícola.

Asumir como un hecho la necesidad de la descentralización de la producción hacia terceros países, incluso con ayudas a la instalación de empresas murcianas en ellos.

Apoyar exclusivamente las iniciativas del sector que vayan en la línea de la diversificación o intensificación del valor añadido; en ningún caso las que supongan continuar con las mismas líneas de producto cuando éstas correspondan a productos maduros.

Atraer nuevas empresas o vender proyectos empresariales concretos como modo de introducir la innovación y la diversificación.

Sector energético:

Promocionar actividades industriales relacionadas con el sector energético. Ofrecer la singularidad de la zona y sus potencialidades a empresas en las que la energía (electricidad o gas) sea un input decisivo.

Conformar un polo tecnológico-energético combinando los elementos energía – gas – puerto – UPCT y la oferta complementaria (clima, Mar menor, golf, oferta educativa, infraestructura urbana).

Esto supone, en gran parte, que hay que “vender proyectos” específicos, a desarrollar en el área, buscando inversiones apropiados o incluso desarrollándolos desde aquí a través de diversos medios (capital semilla, capital riesgo, capital participativo, etc.. )

Industria endógena:

Poner en marcha un sistema de ayudas para la deslocalización de la producción. Esto supone propiciar mediante ayudas o bien mediante acuerdos de participación (de una especie de sociedad regional de participaciones industriales) en la puesta en marcha de plantas de producción, incluso en otros países y la potenciación de los centros de diseño y distribución en Murcia.

Ayudar exclusivamente a las actuaciones que propicien la innovación, el cambio tecnológico y la diversificación de la producción en líneas nuevas adecuadas a mercados de alto nivel y donde, por ahora, los terceros países no puedan competir por calidad, diseño, acabado, etc…

Mentalizar al empresariado murciano de la necesidad de la innovación.

Partiendo de la base de que son muy escasas hoy día las posibilidades de que los propios empresarios murcianos sean los que lideren el cambio, se hace preciso o bien atraer inversiones o bien ponerlas en marcha desde aquí, buscando los mecanismos apropiados para iniciar, participar e impulsar proyectos nuevos.

Potenciar los recursos del INFO para desarrollar actuaciones más intensas en lo que anteriormente se indica y en las políticas de apertura al exterior de las empresas murcianas.

Construcción:

Su evolución va a venir ligada a la de la demanda, pero en estos momentos su futuro está muy ligado a la disponibilidad de suelo y la  existencia de una adecuada ordenación del territorio, para que se genere una explotación sostenible y compatible, sobre todo en los territorios costeros. En todo ello deberá tenerse muy en cuenta que no existan diferencias normativas con las zonas próximas.

Turismo:

Abrir con carácter inmediato nuevas zonas turísticas pero siendo muy estrictos en su ordenación.

No se trata solo  de ordenar sino de atraer o crear empresas con suficiente capacidad como para acometer grandes proyectos con solvencia suficiente.

Dotar los nuevos espacios con las suficientes infraestructuras e instalaciones, a priori, de tal modo que la infraestructura vaya por delante

Realizar el paquete completo: ordenación, disposición de suelo, puesta en marcha del proyecto empresarial, implicando a los Ayuntamientos.

Realizar actuaciones complementarias al turismo tradicional y que surgen al amparo de la evolución de la sociedad del ocio: turismo rural, turismo termal de calidad, turismo cultural, etc… Esto supone poner en valor casos como Cartagena en tiempo y forma, actuando de modo integral y en colaboración con todas las instituciones implicadas, incluyendo actuaciones para la solución del deterioro urbano.

Poner en marcha una Agencia de viajes Mayorista de la Región de Murcia.

Explotar turísticamente la realidad de Caravaca como una de las cinco ciudades santas existentes en el mundo católico.

Impulsar la potencialidad de Murcia como ciudad de Congresos, activando su presencia y consiguiendo que sea referencia congresual, participando en todos los foros de atracción de congresos.

Infraestructuras:

Prevenir un nuevo posible colapso en algunas de las actuales vías de alta capacidad; ya se registran trayectos en los que se empieza a producir saturación.

Mejorar la conexión ferroviaria Murcia Albacete con Madrid, tanto en mercancías como en alta velocidad 250/280 kms/h con carácter inmediato (proyecto estrella?), comenzando por la variante de Camarillas.

Planificar una red secundaria de trenes de cercanías que conecte los puntos de interés (especialmente turísticos) a los puntos de entrada de las grandes líneas rápidas.

Continuar sin pausa en la puesta en marcha del aeropuerto.

Revitalizar el puerto de Cartagena; debe contar con una oferta apropiada de infraestructuras conexas, accesos viarios y ferroviarios y dotarse de una zona logística en la que realizar la intermodalidad, en la dársena de Cartagena. Esta infraestructura es algo más que un paseo marítimo.

Formación:

Analizar con rigor y profundidad la actual oferta de estudios universitarios,  sobre todo en conexión con su entorno actual y, sobre todo, con el modelo de región al que se quiera acudir. Muy posiblemente sea necesario suprimir titulaciones por su baja demanda e interés para la sociedad.

Potenciar y apoyar la investigación básica, pero sobre todo la aplicada en relación con las demandas de las empresas del entorno. Apoyar el modelo universidad-empresa como elemento de introducción de la I+D en las empresas regionales: Parque Científico de Murcia[2]; Parque Tecnológico de Cartagena.

Apostar decididamente por una Formación Profesional moderna y suficientemente dotada de medios.

Unificar en un solo organismo todas las competencias en educación y formación, tanto reglada como no reglada.

Inmigración:

Racionalizar el proceso de entrada por orígenes, dando prioridad a aquellos colectivos más proclives a la integración.

Tener previsto un plan de actuación para el caso en que un posible deterioro de la actividad económica impacte con fuerza sobre estos colectivos.

Planificar y valorar adecuadamente la incidencia que estos colectivos pueden tener a medio y largo plazo sobre la demanda de servicios sociales, sanitarios y educativos. Valorar los costes que estos servicios tendrían para la Administración Regional.

Agua:

Plan de actuación a corto plazo en tanto lleguen los recursos hídricos que contempla el PHN.

Resolver las incógnitas que se plantean en relación con la disponibilidad de agua para el abastecimiento urbano, particularmente en litoral y en los nuevos desarrollos turísticos.

Evitar la sobre explotación o agotamiento de acuíferos con un plan de recursos alternativos.

Plan de desaladoras.

Financiación de la obra pública:

Buscar fórmulas para evitar las limitaciones presupuestarias, como se ha hecho en otras regiones e incluso en la Administración Central, con la constitución de una sociedad  pública (incluso con presencia de capital privado en el accionariado), que debería acogerse al concepto de “productor de mercado” para no ser integrada como pública a efectos de consolidación con la Administración y que, por tanto, su posible endeudamiento compute.

Crear un sociedad para el impulso inmediato de actuaciones de índole estratégica que actuaran como revulsivo a corto plazo  y dinamizador de la economía regional, pero siempre incorporando una óptica empresarial en su gestión y no meramente gestora. O dicho de otro modo, una sociedad cuyo objetivo sea la gestión, dinamización y puesta en marcha de los grandes proyectos estratégicos de la Región, incluyendo como tales la participación en empresas innovadoras.

Hay que incidir en que a grandes rasgos, la Administración Regional  va a tener una capacidad inversora limitada. Realizar con carácter inmediato una planificación de escenarios para conocer con exactitud la capacidad inversora real de la Administración Regional en los próximos años.

En paralelo y teniendo en cuenta que una fuente de financiación es el ahorro bruto que se genere en la propia Administración Regional es preciso realizar una política de contención de los gastos corrientes, no introduciendo ni poniendo en marcha actuaciones que vayan a tener una importancia elevada en cuanto a los gastos de funcionamiento (gasto corriente) que puedan generar en los próximos años.

Los Ayuntamientos como dinamizadores de su entorno próximo:

No se aprecia una coordinación de políticas, regional y local, en pro de dinamizar determinados territorios o actividades, sin perjuicio de que exista siquiera sea a grandes rasgos. La coordinación entre administraciones debe ser un referente y constituye un factor de atracción para la inversión privada.

Tres referentes: Cartagena, con todo su patrimonio arqueológico; Lorca, su casco urbano y el proyecto Taller del Tiempo y Caravaca ciudad Santa. Actuar con eficiencia y prontitud, en modo coordinado y en tiempo para explotar todas sus posibilidades.

Un referente:

Buscar uno o dos elementos de referencia, identificadores y aglutinadores en los que reconocer a la Región y en los que sus habitantes se reconozcan. Buscar ese par de referentes por los que la región fuera conocida y sobre los que apoyarse para “vender” región.

Otras actuaciones:

Realizar un seguimiento permanente y periódico de la situación global de la economía regional, analizando informes continuados de contenido global sobre  situación, oportunidades, alternativas y actuaciones a realizar.

Como antes se ha mencionado, crear una Sociedad de participaciones industriales de la región, cuyo fin es entrar en el capital social de empresas de interés estratégico para la región así como poner en marcha una Sociedad de capital riesgo.

Revisar con carácter inmediato el Plan Estratégico de Desarrollo 200-2006 a la luz de los análisis anteriores.

Aumentar la dotación presupuestaria de las Consejerías correspondientes, para la realización de proyectos en relación con infraestructuras y promoción y fomento de la actividad económica, global y sectorial.

Ángel Martínez

050602

[1] Incluido ENERGÍA

[2] La urgencia de construcción del Parque Científico es un hecho constatado, como lo es que el actual procedimiento es muy lento e inoperante, por ello, proponemos dividir las actuaciones: Primero que la compra de terrenos y la realización de las obras de infraestructura, las lleve a cabo la Sociedad de Participaciones Industriales, al igual que la venta de los terrenos para la implantación de las empresas tecnológicas. Segundo, que la sociedad a constituir por Ayuntamiento, Universidad, Camaras y Empresarios y la propia Administración, se ocupen de la gestión del conocimiento, de atraer y ayudar a la implantación de las empresas tecnológicas.