Sinopsis del LIBRO: LA REGIÓN DE MURCIA, una realidad inconclusa

Ya a la venta en la LIBRERIA DIEGO MARIN, el ultimo libro de ÁNGEL MARTÍNEZ

LA REGIÓN DE MURCIA Una Realidad Inconclusa

Este libro trata de reflexionar sobre las potencialidades con que cuenta la Región para crear empleo, y de afrontar la solución a los tres pilares vitales para el desarrollo regional FINANCIACION, AGUA, INFRAESTRUCTURAS Y EQUIPAMIENTOS, de cómo juntos podemos derribar los muros que han condicionado y condicionan el total aprovechamiento de sus fortalezas y por tanto de su capacidad de desarrollo y responder a la creciente preocupación, de cómo y cuando van a encontrar trabajo, las más de 100.000 personas que lo buscan.

Esta es la base de este trabajo, y en él se recoge la evolución de la economía regional y su comparación con la media nacional en los últimos años, el capital físico y tecnológico, las empresas, el capital humano, las Universidades, los Institutos y Centros de investigación: las fortalezas y debilidades de las actividades que integran cada uno de los sectores en su estructura productiva, así como de la evolución de la población y la ocupación por sectores, el total de ocupados en cada uno de ellos y el paro.

Se analiza la evolución de la economía regional (capítulos I-VI), así como se rememoran algunas de las dificultades que, los empresarios y dirigentes de esta Región, han tenido para poder impulsar su desarrollo, tanto económico como social. Todos los estudios siguen confirmando su gran potencialidad de crecimiento, en sectores como el COMERCIO, la LOGISTICA, la INDUSTRIA y los SERVICIOS y entre ellos el turismo, los servicios avanzados a las empresas y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, entre otras actividades.

Partiendo de la experiencia y el conocimiento acumulado a lo largo de los años en las responsabilidades ejercidas en las sociedades y organizaciones que he presidido, y de los informes de los estudiosos sobre la potencialidad y capacidad de desarrollo de la Región y su estratégica situación en el Mediterráneo, y de la desaparición, en gran parte, de las limitaciones que en el pasado han limitado su crecimiento por la falta y o retraso en la realización de infraestructuras, se plantea este libro como un trabajo de reflexión, sobre los cambios que habrían de producirse en la estructura productiva regional, para crear los puestos de trabajo que la Región necesita, para dar respuesta a los que buscan un empleo.

 El quince de enero de 2019 el Rey Felipe VI inauguraba el Aeropuerto Internacional Región de Murcia, al Monarca le acompañaban el Presidente de la Región Fernando López Miras, el Ministro de Fomento José Luis Abalos y el Delegado del Gobierno en la Región Diego Conesa, y una amplia representación del mundo empresarial y político. Este aeropuerto ha sido realizado por la iniciativa privada con el apoyo del Gobierno de la Comunidad, aunque finalmente ha encargado, después de continuos avatares, la gestión a AENA, que ha trasladado todo el operativo de San Javier al nuevo aeropuerto.

El aeropuerto se conforma como un activo fundamental para impulsar el desarrollo de la Región, que se suma (capitulo III) a una total accesibilidad exterior e interior, y también constataremos como en el pasado las inversiones estatales en las infraestructuras de comunicaciones se retrasaban, o como finalmente no se realizaban en su totalidad, y vuelta a empezar, así como las que siguen pendientes de su realización.

Es un hecho constatado que el retraso en la realización de las inversiones en infraestructuras ha sido una de las constantes de la historia de esta tierra, lo que ha generado una enorme deuda histórica para con la Región, la razón de oportunidad es muy importante a la hora de la inversión, y si no hay las infraestructuras que se precisan, y otros las ofrecen, evidentemente la perdida de la inversión en una realidad, y esto ha ocurrido en el pasado. Es preciso, por tanto, aunque sea en parte, compensar a la Región acelerando todas las inversiones pendientes, fundamentalmente en la conexión ferroviaria, desdoblando y electrificando con inmediatez el corredor ferroviario mixto Murcia-Albacete, para pasajeros a 250 k/h, y para las mercancías, y poniendo definitivamente en marcha el nuevo Puerto de el Gorguel.

Una lamentable realidad que se suma, a la insuficiente financiación y la escasez del agua, que aún persisten. Nunca podrá entenderse que una vez adjudicada la realización de las conducciones para el trasvase del Ebro a Levante se anulará por el Gobierno de Zapatero, o del retraso continuado y que sigue persistiendo, en afrontar la interconexión entre las Cuencas fluviales.

La Región se encuentra hoy conectada por autovías, en todas direcciones, con los grandes ejes de comunicaciones, y de como la puesta en marcha del Aeropuerto regional supone un cambio fundamental en la accesibilidad de la Región, la conexión en Alta Velocidad con Albacete y Madrid esta prevista a través del Corredor Mediterráneo y del corredor de Levante, lo que conlleva que nuevamente estemos detrás de Alicante, por ello,  en tanto no se recupere el corredor natural con Madrid que es absolutamente prioritario, y que aunque insuficiente, supone la incorporación de la Región a la alta velocidad.

El puerto de Cartagena se ha conformado, en estos años, como un puerto de referencia en el atraque de Cruceros, lo que le llevará a conformarse en los próximos años como Puerto Home, reafirmando su realidad estratégica en el Mediterráneo, como puerta de entrada a Europa y puente con el norte de Africa, reafirmando la necesidad de la realización del puerto de el Gorguel para aprovechar todas las ventajas que su situación y calado le permiten.

En un hecho que, la Región ha liderado el crecimiento económico a nivel nacional durante muchos años, dada su fortaleza en el sector energético y agroalimentario, y a su capacidad exportadora. El esfuerzo realizado por sus empresarios ha conllevado que la agricultura regional sea realmente una Industria, y sus productos se encuentran en toda Europa y avanzan hacia otros continentes. La Región cuenta con la primera flota de transporte frigorífico y la cuarta en el transporte internacional de mercancías, lo que la sitúa en unas condiciones excepcionales para su desarrollo.

La Región cuenta con uno de los mayores potenciales de crecimiento de todo el Arco Mediterráneo, respaldado no solo por los estudiosos, sino por sus propias fortalezas. Una de las poblaciones mas jóvenes de España, a la vez que altamente formada, la existencia de tres Universidades que conforman tanto en investigación como en formación uno de los valores más importantes de la Región. Su estratégica situación en el Arco Mediterráneo, en el que contará con uno de los puertos el del Gorguel para container de mayor calado del Mediterráneo, junto a la ZAL portuaria en Cartagena y a la ZAL de Murcia, además de contar con uno de polos energéticos más importantes de España, junto a su capacidad de desarrollo en el sector comercial y logístico, y de empresas motores en energía, alimentación, química, farmacia, plásticos, y una agricultura abierta, desde siempre, al mercado exterior.

Una vez resueltos los cuellos de botella que condicionaron su desarrollo, y seguros del establecimiento de compromisos que conllevaran a la puesta en marcha las actuaciones precisas para resolver aquellas que siguen pendientes en los próximos años: la conexión ferroviaria por el corredor natural con Albacete, tanto en mercancías como en pasajeros a 250 kw/h, y la continuidad real a partir de Monforte del corredor ferroviario del mediterráneo para mercancías y su conexión con Andalucía a través de Almería y Baza (Granada), se puede conformar como uno de los principales centros portuarios y logísticos en el Mediterráneo y reafirma su potencialidad y capacidad de desarrollo.

La Región es hoy, por tanto, una oportunidad para la inversión en todos los sectores económicos, y se encuentra en la mejores condiciones para incorporarse a la cuarta revolución industrial, que ha comenzado con las TIC en el desarrollo de todas las actividades productivas, lo que conllevará a su transformación socioeconómica, y a la creación de un muy importante numero de empleos de alto valor añadido, lo que le permitirá dar respuesta a las demandas de la sociedad y situar a la Región por encima de la media nacional en el próximo lustro.

El PROLOGO es de José Antonio Cobacho Gómez. Presidente del Consejo Económico y Social de la Región de Murcia.

El debate sobre las potencialidades y las carencias de la Región de Murcia es con toda seguridad la cuestión más importante que debemos afrontar todos los que servimos y queremos a nuestra Región.  Abordarlas de una manera adecuada es esencial para que se adopten las medidas más acertadas que mejoren la calidad de vida de los murcianos.

La principal virtud de la obra que tengo el privilegio de prologar es la capacidad de identificar y describir de manera fundamentada la potencialidades de nuestra comunidad autónoma. Algunas son evidentes, como el desarrollo del turismo o el aun mayor crecimiento del sector agroalimentario, pero la obra nos da claves y datos que permiten corroborarlas y ponderar de una manera plena hasta dónde puede llegar sus avances. Otras no lo son tanto para algunos ciudadanos y algunas instituciones, como la capacidad de la Región para ser una gran zona logística o un polo de desarrollo de la investigación, y el mérito del autor consiste en desvelárnoslas en toda su dimensión y en situarlas en consecuencia en el foco de atención.

El relato de las carencias también es ilustrativo, debido a la ya glosada característica de la obra de su sólida fundamentación en información y datos contrastados. Sólo de este modo es posible hacer incontrovertibles todas aquellas cuestiones que aun hoy en día lastran el desarrollo regional y hacen imposible o muy difícil el despegue de nuestra economía a pesar de las potencialidades antes descritas.  Estas carencias son de tal calado que, independientemente de los ciclos económicos, de los cambios de coyunturas nacionales e internacionales y de los vaivenes políticos, los indicadores sociales y económicos de la Región se han mantenido invariadamente a la misma distancia de los valores medios, por desgracia, siempre por debajo.

Cuando la obra habla de potencialidades, utiliza el término correcto a mi entender: potencialidad es la posibilidad de ser o de existir en el futuro. Bien está en consecuencia que se nos haga ver lo que puede ser en el futuro nuestra sociedad y, al mismo tiempo, los obstáculos que existen para que ello pueda producirse.

Ahora bien, Ángel Martínez afronta estas cuestiones de la mejor manera que se puede hacer, desde mi punto de vista. Lo hace desde el INCONFORMISMO. Y es que en muchos foros y en muchas capas de la sociedad murciana ha habido tendencia al pesimismo y al consecuente fatalismo que ha podido llevarnos en ocasiones a la parálisis. La retahíla de inveteradas carencias que hemos padecido y padecemos ha traído como consecuencia muy a menudo un lógico desánimo ante la llegada de soluciones, un determinismo que nos lleva a la desesperanza.

Ángel Martínez no afronta así su obra y nos hace compartir una visión de una Región más próspera y avanzada, capaz de superar los históricos diferenciales con las regiones españolas y europeas desde unas bases reales y sólidas. No lo hace desde un mero voluntarismo sin fundamento. Su amplia experiencia, sus conocimientos y la idoneidad de los datos que sabe elegir y desentrañar le han permitido culminar un trabajo convincente y riguroso.

Su obra nos da mecanismos y argumentos para desechar ese fatalismo y hacernos conscientes de que habitamos una Región que puede y debe entrar en una senda de crecimiento equilibrado, sostenible y duradero, basado en sectores que proporcionen tal tipo de crecimiento. De ese modo, esa “realidad inconclusa” que, como califica el autor es la Región de Murcia, puede culminar su transformación en una sociedad más próspera.

Estas actitudes son las que nos hacen falta como sociedad y obras como esta terminan empujando a las instituciones y a los grupos sociales hacia replanteamientos de políticas y cuestiones que no han sumado en el pasado. Como el autor indicaba en la culminación de su obra “Re-emprender. De la incertidumbre a la confianza”: “hemos recorrido un largo camino, y podemos empezar a mirar el futuro con confianza y optimismo, seguros de que juntos lo conseguiremos.”

Y la PRESENTACION es de Joaquín García Cruz. Subdirector del Diario La Verdad

Cuando este libro sale a la luz, se acaba de inaugurar el aeropuerto internacional de Corvera, con algunas dudas acerca de su viabilidad futura pero puesto ya para siempre sobre la pista de despegue; la alta velocidad, –que unirá la Región con Madrid dando vueltas por Alicante, y no a través de Albacete, que sería la vía natural—- aún no ha llegado a la Región, aunque casi se la ve asomar, y para Cartagena y Lorca, el AVE no es, hoy por hoy, más que un proyecto. La estación de autobuses de Murcia, propia de los años setenta, sigue partiendo por la mitad a la séptima ciudad más poblada de España, y 100.000 parados amenazan el crecimiento de la economía regional.

Algunos de estos déficits ya fueron denunciados hace treinta años, incansablemente, por Ángel Martínez, del que podemos decir, sin temor a equivocarnos, que ha dedicado su vida (al menos, su vida pública) a reivindicar para la Región unas infraestructuras en condiciones que la sacaran de la zona media-baja de la tabla nacional, donde la mayoría de sus parámetros económicos (renta per capita, renta familiar disponible, productividad, etcétera) se quedan invariablemente en el 80% o el 85% de la media nacional, como lamenta el autor de este volumen, en el que hace acopio, al igual que en los anteriores, de todos los datos, números, cuadros y tablas que un curioso tuviera la necesidad de consultar, ahora o en el futuro próximo, para tomarle el pulso a la economía regional.

Pocos han luchado como Ángel Martínez por conseguir una región mejor dotada en este terreno. De haber fraguado en su momento los anhelos de ‘el león de Casillas’ (con este sobrenombre se le conoció al saltar a la política en los tiempos de UCD), anhelos que Ángel Martínez planteó desde sus numerosos cargos al frente de entidades corporativas e instituciones económicas y políticas de diverso signo, se habría aminorado bastante, o quién sabe si incluso evitado, el atraso histórico que Murcia sufre ahora (que todos los murcianos sufrimos) a causa de una red de comunicación que solo puede sacar pecho de las autovías.

Ángel Martínez fue un visionario cuando en los años ochenta planteó sacar la estación de El Carmen del sur de Murcia y construir una moderna estación intermodal al norte de la ciudad, cerca de donde ahora campan las grandes zonas comerciales. Pero el Ayuntamiento de turno, miope, se empeñó en desoír los informes favorables a la adopción de una iniciativa que —hoy se ve– era mucho mejor para el interés general y hubiera acelerado, con toda probabilidad, la llegada de la alta velocidad.

La construcción de un macropuerto en la zona de El Gorguel es hoy una quimera que mantiene enfrentados al sector económico que la promueve y a quienes apuestan en su lugar por la ampliación de Escombreras. Y treinta años tienen también los informes encargados en su día por Ángel Martínez para que se tomara en cuenta su propuesta de iniciar los trámites para acometer las obras de El Gorguel, hoy todavía un ‘nasciturus’ guardado en algún despacho oficial. También lleva Ángel Martínez años clamando por una reducción drástica de la burocracia y pidiendo, como hace también en las conclusiones de este libro, “libertad total de apertura y cierre de los establecimientos, implantación del silencio administrativo positivo” y alguna otra exigencia propia de un empresario que predica el liberalismo a ultranza, incluyendo la privatización de la radio y la televisión públicas (lo hace asimismo en este volumen), la asunción y el pago por el Estado de la deuda derivada de una deficiente financiación autonómica y, en definitiva, aquello que con mayor énfasis persiguió, no siempre con el éxito deseable, a lo largo de su dilatada carrera en la vida pública: menos promesas y más hechos, para que la Región de Murcia se valga plenamente de sus potencialidades y deje de ser, por fin, “una realidad inconclusa”.

Incansable, tenaz, autodidacta, soñador y amante enamorado de su tierra, Ángel Martínez reaparece en las librerías con este su decimocuarto libro para contribuir a fijar en la memoria eterna que Murcia es una comunidad autónoma que ofrece un futuro deslumbrante, siempre que antes haga los deberes que dejó pendientes décadas atrás y no dé lugar a que los mismos déficits de hace treinta años persistan cuando hayan pasado otros tantos. Por él, por su proverbial insistencia y por sus concienzudos informes, no quedará.