El Sureste en el III Plan de Desarrollo. 1972-1975 (4) RECURSOS HUMANOS

Entre los condicionantes del desarrollo de la Región, se encuentra la Educación. En el año 1971 la tasa de escolaridad en niños de 2 a 5 años era del 23% en Murcia, igual que Almería, pero por debajo de Alicante 25% y Albacete 27%. La población sin escolarizar era de 23.084 niños en Albacete, 58.565 en Alicante, 25.583 en Almería y 53.439 niños en Murcia. En educación general básica nos encontramos que la tasa de escolaridad entre niños de 6 y 13 años es del 83% en Alicante, 75% en Murcia, 74% en Albacete y 68% en Almería, y la población sin escolarizar es respectivamente de 23.028, 38.665, 13.457 y 21.059 niños.

La Formación profesional se implanta con carácter general en el curso 1972-73, y adolece según este informe de dos defectos: el escaso número de plazas existentes y la antigüedad de muchos de los programas y planes de estudio, con escasas perspectivas de futuro. La población con 13 años cumplidos es en Albacete de 6.230 niños, Alicante 15.610, en Almería 7.390 y en Murcia 18.993. El número de jóvenes que siguen los estudios es, respectivamente, 820, 2.800, 950, y 3.950. El número de niños que no reciben ningún tipo de enseñanza es de 5.410 en Albacete, 12.810 en Alicante, 6.440 en Almería y 15.043 niños en Murcia. El número de plazas a crear para cubrir el 60% de la población en edad escolar es de 3.250, 7.700, 3.850 y 9.000 plazas, respectivamente. Según el informe esta situación va empeorando conforme se va ascendiendo de edad, para las cohortes de 15 a 16 años, aquellas son del 10%.

En las enseñanzas universitarias, el informe indica que la situación en el  Sureste es muy compleja, derivada del hecho de que sobre cuatro provincias están actuando tres distritos universitarios: el de Murcia (Murcia y Albacete), el de Granada (Almería), y el de Valencia (Alicante). El caso de Murcia, indica, es el más deprimido de todos los distritos universitarios. Con una población para todo el distrito de más de un millón de habitantes ofrece los servicios de sólo cuatro Facultades Universitarias, y ninguna Escuela Superior de Ingeniera. Pero incluso las Facultades de Filosofía y Letras no están desarrolladas al máximo. Es grave la ausencia en la Facultad de Ciencias de las ramas de Física, Matemáticas, Biológicas y Geológicas. En la de Filosofía y Letras faltan especialidades importantes, como la Psicología no ofrecida tampoco en Granada y Valencia) y Pedagogía (solo ofrecida por Valencia). En la de Medicina –quizá debido a su reciente creación- no existen tampoco los servicios de Escuelas de Aparato Circulatorio, Aparato Digestivo, Obstetricia y Ginecología, Pediatría y Puericultura, Análisis Clínicos, etc., como sucede tradicionalmente en otras Facultades de Medicina.

Por lo que respecta a Ingeniera Superior, quizás fuese el momento, dice, durante este III Plan de Desarrollo, de elevar la actual Escuela de Ingeniería Técnica Industrial a Escuela Superior de Ingenieros Industriales. También convendría establecer, al menos en su primer ciclo, una Escuela de Ingenieros Agrónomos. La actual Escuela Pericial de Comercio podría convertirse en la Escuela Universitaria de Enseñanzas Comerciales. De igual manera, convenía ir pensando en crear una nueva Escuela de Formación Profesional.

Por lo que respecta a Alicante se hace necesario potenciar al máximo su incipiente desarrollo de centros superiores. La solución tal vez consistiese en crear colegios que impartiesen el primer ciclo de todas las Facultades de Escuelas Técnicas valencianas. En Almería podría hacerse algo parecido, intentando al menos crear esos centros para Ciencias y Filosofía y Letras. Por lo que respecta a los Institutos de Ciencias de la Educación, conviene pensar en dotarlos de los suficientes medios económicos que les permitan realizar las importantes y necesarias misiones que tienen asignadas por Ley: Investigación educativa y formación y perfeccionamiento del profesorado. Hasta ahora su situación ha sido deficitaria, y es de esperar que la misma quede definitivamente corregida en este III Plan de Desarrollo.